Cálculo de la atenuación por vegetación en un radioenlace
Es bien conocido que las ondas radioeléctricas sufren gran atenuación al atravesar la vegetación, especialmente en el caso de frecuencias elevadas. Los sistemas móviles se ven mucho más afectados por este fenómeno, pues es más fácil que puedan darse situaciones donde el receptor no tiene visión directa (NLOS) al encontrarse obstruido por árboles o grandes arbustos. En el caso de enlaces punto a punto es menos habitual, pues la planificación previa del radioenlace permite identificar posibles obstáculos y evitarlos convenientemente. Aun así, todavía pueden producirse pérdidas significativas si el haz radioeléctrico transcurre cerca de zonas boscosas.
El cálculo de las pérdidas causadas por la vegetación puede resultar tremendamente complejo, especialmente si se acude a técnicas analíticas como GTD/UTD (Geometrical and Uniform Theory of Diffraction). Afortunadamente, los métodos empíricos suelen ser suficientes en la mayor parte de los casos y ofrecen una buena precisión.
La gran dificultad que entraña la definición de un modelo matemático para el cálculo de la atenuación por vegetación es que depende de gran cantidad de factores y parámetros físicos. Por una parte, tenemos el tipo de vegetación: especies, árboles, arbustos, hoja perenne o caduca, densidad del follaje, etc. Por otra parte, su disposición geométrica (número, posición, altura) y su variabilidad temporal (efectos del viento sobre hojas y ramas o crecimiento a largo plazo). Luego es evidente que tener en cuenta todas estas características resulta prácticamente imposible

Figura 1: Montaje experimental utilizado para mediciones de atenuación por vegetación (Fuente: University of Portsmouth).
Entre los diferentes modelos utilizados para estimar la atenuación causada por la vegetación podemos destacar los siguientes: RET (Radiative Energy Transfer) y TS (Trunk Spacing). Se trata de modelos de banda estrecha, siendo los de banda ancha más complejos. El primero de ellos tiene en cuenta el proceso físico, por lo que resulta más difícil de calcular, mientras que el segundo toma como parámetro la densidad con la que se distribuyen los árboles, siendo un modelo más sencillo de aplicar. Precisamente el modelo RET, por ser más completo, es el que se recoge en la Recomendación UIT-R 833. Inicialmente, en dicha Recomendación se incluyeron fórmulas muy simples para estimar la atenuación por vegetación:
Lveg,1 = 15,6 f −0,009d 0,26,
Lveg,2 = 26,6 f −0,2d 0,5.
donde d es la distancia en metros recorrida por la onda radioeléctrica a través de la vegetación antes de alcanzar el receptor (figura 2) y f es la frecuencia en GHz. La primera ecuación se refiere al caso de vegetación con hojas, mientras que la segunda se aplica en el caso de que no hayan. La existencia de hojas produce fundamentalmente difracción, además de los propios fenómenos de reflexión y dispersión de las ondas radioeléctricas.