El Gobierno nacional publicó hoy (lunes 7) las bases para la demorada licitación de las redes de telefonía 4G y los bloques remanentes de 3G, un proceso con el que promete “revolucionar el mercado, la industria y las formas de comunicarse”, pero que ya genera polémica entre las telefónicas y los operadores de cable. (Las bases pueden visualizarse en este enlace:
http://www.infoleg.gov.ar/infolegIntern ... /res38.pdf )
Sucede que la puesta en marcha de la tecnología 4G habilitaría a las compañías a ofrecer un servicio de transmisión de datos muy superior al actual y los usuarios podrían acceder a contenidos televisivos, como los partidos de fútbol o Netflix, con lo cual los operadores de cable sostienen que en los hechos las telefónicas podrán ofrecer el famoso "Triple Play" de internet, televisión y telefonía, algo que en Argentina está prohibido.
De acuerdo a la resolución publicada hoy por la Secretaría de Comunicaciones, los operadores interesados en la licitación de 4G “deberán asegurar la cobertura de las capitales provinciales, los corredores nacionales y las ciudades de más 500 habitantes en un plazo máximo de 5 años, con etapas intermedias, garantizando así el acceso a este servicio al 98% de la población”.
“En la licitación se reserva una porción del espectro para un futuro prestador y se establece un límite temporal de 15 años a los operadores para hacer uso del mismo, desde el momento de la adjudicación”, indicó la secretaría a cargo de Norberto Berner. La inclusión de un futuro prestador, algo que ya había adelantado el Gobierno en mayo, generó la primera controversia de la licitación.
Es que la puerta abierta para un cuarto prestador es un traje a medida para Nextel, la única empresa con una capacidad suficiente para entrar al negocio de las telecomunicaciones. Nextel tiene una red que cubre más del 50% de la población y a cualquier otra empresa le costaría miles de millones de dólares poder meterse en el mercado. Pero la firma está atravesando una severa crisis y la filial argentina está en venta.
Es por eso que semanas atrás LPO reveló que los empresarios kirchneristas Sergio Szpolski y Matías Garfunkel habrían acordado la compra de la filial argentina en 263 millones de dólares, con el objetivo de participar en las licitaciones de 4G y el remanente de 3G. De hecho, especialistas coinciden en que el único interés real que pueden tener para comprar Nextel es participar en la licitación del espectro.
Esta noche, en el mercado se comentaba que esta operación hoy entró en zona de turbulencia porque hasta ahora Szpolski y Garfunkel no habían depositado los 230 millones de dólares en los que finalmente habría cerrado la oposición. La exclusividad de estos empresarios para este "deal" vencería el próximo viernes. Si para entonces no aparece la totalidad de los fondos perderían una chance importante de quedarse con Nextel.
“Resulta difícil la llegada de un nuevo operador dispuesto a construir una red desde cero, no sólo por los gastos de subasta y despliegue, sino también por los elevados costos de adquisición de clientes en un mercado con una penetración superior al 130 % (un juego de suma cero, en que la captación de clientes proviene básicamente de lo que logre quitar a los otros operadores)”, explicó el especialista en telecomunicaciones Gustavo Fontanals en un artículo publicado días atrás en el portal Bastión Digital.
La pelea con Clarín y un negocio de u$s 2 mil millones
Como se explicó al principio, el lanzamiento de la licitación de las redes de 4G ya genera una pelea entre el Gobierno y los operadores de cable, que en mayo ya denunciaron que el kirchnerismo favorece el “monopolio” de las telefónicas.
La Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC), dominada por el Grupo Clarín, denunció que la licitación "implica una mayor concentración de mercado, al mismo tiempo que prenuncia una profundización de las asimetrías y un claro apoyo para los monopolios de las telefónicas".
Los cableoperadores y las telefónicas tienen el mismo objetivo: poder ofrecer el servicio de triple o cuádruple play (televisión, internet, telefonía fija y movil). Pero la Ley de Medios lo prohíbe y recientemente la Corte Suprema ratificó una norma que impide a las telefónicas prestar servicios audiovisuales, algo que el Gobierno impulsaba para perjudicar a Cablevisión.
Es por eso que ATVC también denunció en esa oportunidad que el Gobierno anunció una "legalización de la vulneración de la Ley de Medios" al aceptar que utilizar servicios como Netflix en los celulares. "La posibilidad de dar video por medio de los celulares, está prohibida en la actual y promocionada Ley", señaló la asociación.
Lo que revela esta disputa son las severas falencias que tiene la Ley de Medios en el aspecto tecnológico. Es una normativa que nació vieja, casi obsoleta. Uno de los puntos más determinantes es que no se incluyó en el debate la convergencia con las telecomunicaciones con los sistemas audiovisuales.
La llegada del 4G (que recién podría estar en marcha en 2018) le da la razón a los especialistas que advirtieron en su momento que se debieron establecer las condiciones para un mercado mucho más dinámico que la legislación. Por caso, en México se aprobó hace poco una -polémica- reforma completa de las telecomunicaciones y medios.
Por otro lado, de acuerdo a un artículo publicado en el portal TeleSemana, se estima que el Estado podría recaudar hasta 1.966 millones de dólares.
“El precio base por MHz se fijó en 9,87 millones de dólares para la banda de 700 MHz y 9,44 millones de dólares para la banda AWS. En el caso de las bandas 3G, aquellas destinadas para servicios SRMC tendrán un precio mínimo de seis millones de dólares, mientras que las destinadas para PCS tendrán un precio base de un millón, 4,4 millones y 0,6 millones de dólares, dependiendo el área licitada. Estas cifras suponen que el Estado Argentino podrá recaudar un mínimo de 228 millones de dólares por la licitación de bandas 3G, 888 millones de dólares por la banda de 700 MHz y unos 850 millones de dólares por la banda AWS. Es decir, un total de 1.966 millones de dólares”, señala la nota.
Esto también generó polémica debido a que el Gobierno lanza una licitación de importancia estratégica (se trata de un recurso limitado con plazos de concesión muy extensos) cuando ya está en camino de salida. Además del aspecto meramente recaudador, el kirchnerismo también garantiza mantener la influencia a través de empresarios amigos.
“Cuando se mira históricamente las políticas de telecomunicaciones en la región se observa una fuerte coincidencia: los gobiernos salientes buscan cerrar las concesiones, licitaciones u otras decisiones sectoriales de importancia que tienen al alcance de la mano. Esto les permite no sólo recaudar buena cantidad de fondos fiscales no contemplados y de uso poco condicionado, sino también intervenir en la conformación del mercado, y ganarse favores. Esa fue por ejemplo la política del Gobierno de Menem con la licitación del espectro PCS en 1998/99, o el caso reciente de Piñera con el espectro 4G en Chile, entre otros”, recuerda el mencionado Fontanals.
Fuente: La Política on line
http://www.radiodifusiondata.com.ar/201 ... com-4g.htm