Existen cuatro clases de propagación:
- Directa.
- Por reflexión.
- Por difracción.
- Por refracción.
La directa es la que más interesa. Es la que se representa por el tópico de "hasta donde alcanza la vista". Sin embargo, también se puede captar la señal de TV, si tiene suficiente intensidad y no la falsean los obstáculos, por la propagación reflejada en un obstáculo (montaña, edificio, etc), por la difractada siguiendo la ladera de las montañas o colinas o siguiendo la línea del horizonte, y finalmente, por la refractada en las capas inferiores de la ionosfera, (refracción debida al estado ionizado de esta zona de la atmósfera).
Pueden llegar a la antena dos señales idénticas pero una reflejada y otra directa, y como no coinciden en el tiempo, se crean las imágenes fantasma, que pueden ser molestas. Se corrige con antenas de gran directividad. Si la línea de bajada de antena es larga se puede producir reflexión, en especial si las impedancias no se corresponden.
La antena tanto receptora como emisora, cubre un área tanto más amplia cuanto mayor es su altura.
El principio de reciprocidad en las antenas es que el comportamiento de ambas es idéntico. Por tanto, si una tiene sentido horizontal, la otra también. Esto se denomina polarización de la señal.
La horizontal proporciona menos ruidos y perturbaciones espúreas y mayor alcance en transmisión. En España se utiliza este sistema. En algunos países, ambos para evitar la interferencia entre emisoras próximas en el mismo canal.
En las emisiones de TV y radio FM se emplea onda directa, dando mayor estabilidad a la emisión.
La antena de TV merece tanta más atención cuanto mayor sea la frecuencia del canal a sintonizar y además porque este circuito se halla a la intemperie.
La intensidad de la señal transmitida se mide en el lugar donde se coloque la antena y se mide en μV, (tensión de RF y campo eléctrico de RF en μV/ (por metro).
Como mínimo la señal será de 350 a 500 μV, aunque algunos TV sólo usan 50 μV y menos en los canales 2 y 4 y con 100 μV en los canales 5 y 11.
FRECUENCIA DE RESONANCIA DE UNA ANTENA
La vibración o frecuencia de resonancia de una antena es comparable a la vibración de una cuerda o varilla en la que se establecen vientres y nodos. (fig. 1).

En RF, a cada nodo de intensidad, le corresponde un vientre de tensión, y a cada vientre de intensidad un nodo de tensión. A este sistema de nodos y vientres que se establecen en una antena se denomina distribución de ondas estacionarias.
En las antenas con un polo a tierra (antenas Marconi), se produce un sólo nodo de intensidad (vientre de tensión) en el extremo de antena. Y viceversa en el plano de referencia de la puesta a tierra. (fig. 2).
En antenas verticales u horizontales no unidas a tierra, la oscilación fundamental se establece para el semiperíodo, por lo que se llaman antenas de media onda. (fig. 3).
Con esto se ve, que una antena sólo puede entrar en resonancia a ciertas frecuencias bien determinadas (a la fundamental o a ciertos armónicos de ésta).

