Desde hace algunos años, la órbita geo-estacionaria situada sobre el Ecuador, se está convirtiendo en un lugar muy concurrido por satélites de todo tipo, empleados para las actividades más dispares.
Hay satélites meteorológicos, como el Meteosat, satélites para enlaces telefónicos transoceánicos, para localizaciones marítimas y, lógicamente, para transmisiones de TV.
La ventaja que ofrecen los satélites de televisión es la de cubrir un territorio muy amplio, y como este "transmisor" está situado en el "cielo", permite que las emisiones de muchas emisoras de TV lleguen a muchos hogares, incluso aquellos situados en valles y colinas a las que no llega la televisión debido a la ausencia de un repetidor de zona.
Para recibir las emisiones procedentes de un satélite, es necesario la instalación de una antena parabólica exterior de 30 cm a 1,80 de diámetro, añadirle un convertidor, que convierte la señal de 11 GHz a 1 GHz, así como un polarizador, capaz de separar las señales polarizadas horizontalmente de las polarizadas en sentido vertical. Si esta antena dispone de un posicionador, podemos captar varios satélites.
LOS SATÉLITES GEOESTACIONARIOS.-
Es conveniente recordar algunos conceptos estudiados hace ya algún tiempo. La posición de un lugar en la superficie de la tierra queda determinada mediante coordenadas geográficas. La longitud o altitud se mide desde el meridiano de Greenwich hasta el meridiano del lugar. Se cuenta desde 0º hasta +180º hacia el este y desde 0º hasta -180º hacia el oeste. La latitud geográfica se mide desde el Ecuador hacia el norte, (0º hasta +90º), y hacia el sur, (0º hasta -90º).

Aunque son muchos estos satélites (fig.1), sólo unos cuantos podemos utilizarlos satisfactoriamente, pues su franja de irradiación no se dirige a nuestro país, o es muy débil su señal. En principio debemos centrarnos en el Astra, Eutelsat e Intelsat, y recientemente en el Hispasat. (Anexo I).


POLARIZACIÓN VERTICAL Y HORIZONTAL.-
Si situamos el pequeño dipolo existente en el interior del convertidor, (fig. 2), en posición vertical (fig. 3) respecto al suelo, sólo podremos ver las emisoras que transmiten con polarización vertical, sin lograr ver ninguna de las que transmiten con polarización horizontal (fig. 4). En la antena parabólica tendremos que girar el convertidor, con el fin de situar el dipolo en posición horizontal o vertical, en función de la señal que queramos recibir. Esto se puede realizar automáticamente mediante un polarrotor, (fig. 2), llamado también polarizador, que no es más que un dispositivo electromecánico que se encarga de girar la polarización de la señal captada.
